La educación artística y la educación estética cumplen un papel muy importante en el desarrollo de la creatividad. La actividad creadora es producto de la capacidad que tiene y desarrolla cada persona para imaginar, percibir, buscar e inventar. Es conveniente por ello, incentivar estas capacidades desde edades tempranas, con actividades artísticas en las que fomente el uso de la imaginación.

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La Real Academia Española define la palabra arte como una "manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal". A través del arte muchos niños encuentran una respuesta a la necesidad de canalizar sus emociones. A la vez se potencia el cultivo de la sensibilidad que colabora en el enriquecimiento de la personalidad.